El lunes 20 de enero ha sido un tanto especial en el cole. Compañer@s, madres y amigas nos hemos reunido con Leonor -la profesora- para poner en práctica un taller experimental de biodanza. (La biodanza está definida como un «sistema de integración afectiva, renovación orgánica y de reaprendizaje de funciones
originarias de vida, cuyo abordaje se basa en la inducción de vivencias a través de la música, la danza, el canto y diversas situaciones de encuentro en grupo»).
La mejor selección de música, el movimiento del cuerpo y todas nuestras emociones se han compenetrado para vivir una experiencia humana llena de calidez que, por unos momentos, nos han ayudado a resolver nuestros conflictos interiores, a aumentar la resistencia al estrés y a mejorar la comunicación con el otro. Una experiencia que nos ha permitido sentirnos a gusto con lo que somos y hacemos, con lo que deseamos, pensamos y sentimos, y con las personas que teníamos alrededor.
Una intensa experiencia y con efecto armonizador para disfrutar y experimentar estados de placer, para reír y sonreír más, para sentir la tristeza como un estado de ánimo más, para valorar nuestra identidad y hacer frente a la adversidad con fuerza y optimismo a través del cobijo y el apoyo de los demás. Una grata experiencia para estimular la vitalidad, la creatividad, la afectividad y hasta la trascendencia, ofreciéndonos la posibilidad de recuperar la capacidad de sentir y maravillarse con ella.
Gracias a todos y todas los que la habéis hecho posible este primer encuetro.